Buen@s a tod@s!
En esta nueva entrada quiero escribir algo diferente, quiero hablaros sobre mi patrón el gran San Francisco Javier, patrón de las misiones y el viajero de Dios. Espero que aprendáis mucho sobre él.
Primero vamos ha hacer un breve resumen de la vida del santo. Nació en el Castillo de Javier (Navarra) en 1506. Cuando estudiaba en París se unió al grupo de San Igancio. En 1549 marcho al Oriente a predicar, evangelizando incansablemente la India y Japón durante diez años convirtiendo a muchos al cristianismo. Murió el año 1552 a las puertas de China.
Fue canonizado en 1622 al mismo tiempo que Ignacio de Loyola, Teresa de Ávila, Felipe Neri e Isidro Labrador por Gregorio XV.
Fue canonizado en 1622 al mismo tiempo que Ignacio de Loyola, Teresa de Ávila, Felipe Neri e Isidro Labrador por Gregorio XV.
Castillo de Javier (Navarra)
Francisco de Jasso y Azpilicueta, este era su verdadero nombre. Su padre Juan de Jasso era Presidente del Real Consejo de los Reyes de Navarra Juan Albret y Catalina de Foix. Su madre María Azpilicueta pertenecía a una noble familia de la que formaba parte Martín de Azpilicueta el llamado "Doctor Navarrus" .
Catalina de Foix
Francisco marcha en 1528 a París a la Sorbona donde conoce a Ignacio de Loyola con el que fundará más adelante la Compañía de Jesús. Al principio no existió amistad alguna entre ambos, pero más adelante se convertirán en inseparables. Se da la circunstancia de que en 1521, previamente a iniciar su carrera eclesiástica, Ignacio de Loyola había combatido con las tropas guipuzcoanas imperiales contra las francesas del Duque de Foix, partidario de Juan de Albret, al que servía el padre de Javier, cayendo herido Ignacio en el sitio de Pamplona.
San Ignacio de Loyola en sus tiempos de soldado
El 15 de agosto de 1534 una vez finalizados sus estudios jura los votos de castidad y caridad a la vez que promete viajar a Tierra Santa en la Cripta del Martirio de Montmartre.
Cripta del Martirio de Montmartre
Francisco se queda en París otros dos años más estudiando Teología después de participar en los Ejercicios Espirituales junto a Ignacio de Loyola.
Ejercicios Espirituales de San Ignacio
En 1537 se reúne con San Ignacio para viajar a Italia. En Roma visitan al Papa Paulo III para pedirle su bendición antes de emprender el viaje a Tierra Santa, que finalmente no podrá llevarse a cabo por entrar en guerra Venecia y Turquía. Por lo que viajan a Venecia y Francisco es ordenado el 24 de junio.
Paulo III
Durante su estancia en Venecia Francisco se dedica a evangelizar a las gentes de allí esperando que se llevara a cabo el viaje a Tierra Santa. Ante la imposibilidad de viajar allí parten hacia Lisboa en 1540 donde dará comienzo la etapa más importante de su vida: la de misionero. El viaje a Portugal se debió a la solicitud del embajador de Portugal en Roma Pedro de Mascarenhas en nombre del rey Juan III de Portugal.
Juan III de Portugal
SUS VIAJES MISIONEROS
Javier partió hacia las misiones el 7 de abril de 1541 cuando tenía 35 años. El rey Juan III de Portugal le entregó un breve por el que el papa Paulo III le nombraba nuncio apostólico en el oriente.
Con él partieron a la India el P. Pablo de Camerino, que era italiano y Francisco Mansilhas un portugués que aún no había recibido las órdenes sagradas.
Otros cuatro navíos completaban la flota. Entre la tripulación y los pasajeros había gente de todas clases, de suerte que Javier tuvo que mediar en reyertas, el juego y toda clase de desórdenes. Javier se encargó de catequizar a todos.
La expedición navegó durante meses hasta llegar al Cabo de Buena Esperanza y llegar a la isla de Mozambique, donde se detuvo durante el invierno. Después atracó en Malindri y en Socotra. Por fin la expedición llegó a Goa el 6 de mayo de 1542.
Iglesia del Buen Jesús (Goa)
LA PERDIDA DE FE ENTRE LOS CRISTIANOS DE LAS COLONIAS
Goa era colonia portuguesa desde 1510. Existía allí un obispo, clero y varias iglesias. Como consecuencia de la lejanía con Portugal muchos se habían dejado llevar por la ambición abandonando la fe. Esta situación fue un reto enorme para Javier. El misionero comenzó por instruir a los portugueses en los principios de la religión y a formar a los jóvenes en la práctica de la virtud.
Después de pasar la mañana asistiendo a los enfermos y a los presos en hospitales y prisiones, recorría las calles tocando una campanilla para llamar a los niños y a los esclavos para enseñarles el catecismo.
San Francisco Javier predicando
El santo les enseñaba el Credo, las oraciones y la práctica de la vida cristiana y todos los domingos celebraba la eucaristía, predicaba a los cristianos y a los hindúes y visitaba las casas.
Para instruir a los pequeños y a los indígenas el santo solía adaptar las verdades del cristianismo a la música popular, un método que tuvo tal éxito que poco después se cantaban las canciones que él había compuesto en las casas, en los campos y en los caminos.
MISIONERO CON LOS PARAVAS
Cinco meses más tarde Javier se enteró que en las costas de Pesquería, frente a Ceilán, desde el cabo de Comorín hasta la Isla de Manar habitaba la tribu de los Paravas, que conservaban aún las supersticiones del paganismo y practicaban sus costumbres. A pesar de la dificultad Javier aprendió el idioma nativo y se dedicó a instruir y confirmar a los ya bautizados. Particular atención prestó a la enseñanza del catecismo a los niños. Los Paravas otorgaron una calurosa acogida a Javier. Sin embargo, los brahamanes, jefes de las diferentes tribus, recibieron al santo con gran frialdad y su éxito con ellos fue tan reducido que en un año sólo había convertido a un brahaman.
Javier regresó a Goa con dos sacerdotes, un catequista indígena y con Francisco Mansihlas a quienes dejó en diferentes puntos del país.
Goa
ALGUNOS PROBLEMAS
En 1545 Javier escribió desde Cochín al rey de Portugal dando cuenta del estado de la misión. En ella habla del peligro en el que se encuentran los neófitos de volver al paganismo, "escandalizados y desalentados por las injusticias y vejaciones que les imponen los propios oficiales de vuestra majestad".
El santo le habla muy elogiosamente del vicario general de las Indias, Don Miguel Vaz, y ruega al rey que le envíe nuevamente con plenos poderes una vez que haya rendido su informe en Lisboa.
El santo repite de nuevo sus elogios sobre el vicario general en una carta al Padre Simón Rodríguez (Jesuíta en Roma) en donde habla todavía con mayor franqueza de los portugueses: "No titubean en hacer el mal por que piensan que no puede ser malo lo que hace sin dificultad y para su beneficio. Estoy aterrado ante el número de inflexiones nuevas que se dan aquí a la conjugación del verbo robar."
El santo repite de nuevo sus elogios sobre el vicario general en una carta al Padre Simón Rodríguez (Jesuíta en Roma) en donde habla todavía con mayor franqueza de los portugueses: "No titubean en hacer el mal por que piensan que no puede ser malo lo que hace sin dificultad y para su beneficio. Estoy aterrado ante el número de inflexiones nuevas que se dan aquí a la conjugación del verbo robar."
Carta de San Francisco Javier al rey de Portugal
MALACA
En la primavera de 1545 Javier partió hacia Malaca (Malasia) donde permaneció durante cuatro meses. Malaca era entonces una ciudad próspera y grande. Fue conquistada por Alfonso de Albuquerque en 1511 para la corona portugesa.
Alfonso de Albuquerque
Fue una época muy activa y particularmente interesante pues la pasó en un mundo aún muy desconocido visitando ciertas islas a las que denominó Molucas (Indonesia), en alguna de las cuales había colonias de mercaderes portugueses, por lo que evangelizó en ellas.
De vuelta a Malaca el santo pasó ahí otros cuatro meses predicando. Antes de volver a la India oyó hablar del Japón a unos mercaderes portugueses y conoció personalmente a un fugitivo del Japón llamado Anjiro. Regresó a la India en 1548.
Anjiro y Javier
Pasó los siguientes quince meses viajando entre Goa, Ceilán y Cabo Comorín para consolidar su obra y preparar su viaje al misterioso Japón, donde hasta entonces no había penetrado ningún europeo.
JAPÓN
El día de la Asunción de 1549 Javier desembarcó en Kagoshima (Japón) junto con Anjiro y otros dos japoneses convertidos al cristianismo. En Kagoshima Javier se dedicó a aprender el idioma, cosa por otra parte nada fácil. Sin embargo logró traducir de una manera sencilla la doctrina cristiana a cuantos quisieran escucharle. Al cabo de un año había logrado algunas conversiones, lo que provocó el malestar de las autoridades del lugar que le prohibieron seguir predicando, por lo que el santo decidió trasladarse a otro lugar.
Antes de abandonar Kagoshima, Javier visitó la fortaleza de Ichku, dejándola convertida diez años después.
San Francisco Javier en Kagoshima
Javier quería ir a Miyako (Kyoto) que era entonces la principal ciudad de Japón. Después de trabajar un mes en Yamaguchi, prosiguió el viaje con sus compañeros. En febrero llegaron los misioneros a Miyako, ahí se enteró que para visitar al Mikado (Gobernador) debía pagar una suma de dinero que él no poseía.
Decidió vestirse con gran pompa y fue a visitar al Mikado con su título de embajador de Portugal y le regaló una caja de música, un reloj y unos anteojos. El Mikado le dio permiso para predicar en la zona alcanzando gran éxito y bautizando a muchas personas.
Decidió vestirse con gran pompa y fue a visitar al Mikado con su título de embajador de Portugal y le regaló una caja de música, un reloj y unos anteojos. El Mikado le dio permiso para predicar en la zona alcanzando gran éxito y bautizando a muchas personas.
San Francisco Javier en Japón
EXPEDICIÓN A LA CHINA
A fines de agosto de 1552 Javier llegó a la isla desierta de Sancián (Shang-Chawan) que dista unos 20 kilómetros de la costa China y a 100 kilómetros de Hong Kong.
Viajes de Javier
Con mucha dificultad y pagando generosamente había conseguido que un mercader chino se comprometiese a desembarcar de noche a Javier en Cantón (China), no sin exigirle que jurase no revelar su nombre a nadie. Mientras esperaba a que llegase el mercader chino Javier cayó enfermo y el 21 de noviembre se vio atacado por unas fiebres y el mercader chino no volvió a presentarse. El sábado 3 de diciembre de 1552 entregaba su alma al señor.
Muerte de San Francisco Javier
El cuerpo fue trasladado a Malaca (Malasia) donde todos salieron a recibirlo con gran gozo. Al final de 1552 fue trasladado a Goa donde los médicos comprobaron que se mantenía incorrupto. Allí reposa todavía en la Iglesia del Buen Jesús.
Me despido de todos vosotros hasta la próxima entrada, esperando que esta os haya gustado tanto como a mí escribirla.
Un saludo a tod@s!