viernes, 30 de enero de 2015

MISTERIOS DE MADRID



Hola a todos!!!!!!!!!!!!!

En esta nueva entrada os voy a hablar de una vieja historia en torno a uno de los edificios más emblemáticos de Madrid y que no es otro que el Palacio de Linares, actualmente la Casa de América.

Y quiero recuperar esa vieja leyenda un tanto tenebrosa, que gira en torno a él y a sus propietarios los Marqueses de Linares.
Palacio de Linares

El palacio como tal comenzó a construirse en 1874 cuando los Marqueses de Linares José Murga y Reolid y su mujer Raimunda de Osorio y Ortega compraron un solar de unos 3000 metros cuadrados aproximadamente en la intercesión entre las calles de Alcalá y Paseo de Recoletos y que terminó de construirse en el año 1900. Se encomendaron las obras al arquitecto municipal Carlos Colubí en 1877, que siguió las directrices del arquitecto francés Adolf Ombrecht.

           
      

       José Murga y Reolid             Raimunda Osorio y Ortega

Nuestra historia comienza cuando José Murga y Reolid le confiesa a su padre Mateo de Murga y Michelena que se ha enamorado de una muchacha humilde llamada Raimunda Osorio, supuestamente hija de una cigarrera de Lavapiés. Ante esto José Murga es enviado por su padre a estudiar a Londres para poner fin a estos devaneos amorosas entre ambos.

Y aquí se encuentra el quid de la cuestión, ya que supuestamente Raimunda Osorio era fruto de una relación extramatrimonial entre el marqués y la cerillera de Lavapiés por lo que ambos enamorados eran hermanos. De ahí que el marqués mandara a su hijo a estudiar a Londres. Pero como en las cosas del amor nunca se sabe, el amor y la pasión de los jóvenes continúo. Y así una vez fallecido Mateo Murga ambos jóvenes deciden casarse y dar rienda suelta a su amor.

Es cuando José Murga descubre una carta de su progenitor en la que le explica los motivos por los que había impedido a toda costa aquella relación. Al saber ambos que eran hermanos y ante lo incestuoso de su relación solicitan una dispensa papal al papa León XIII quien les otorga una bula papal "Casti Convivere" que les permitiría vivir juntos pero en castidad.


León XIII

Sin embargo la bula llegaría demasiado tarde ya que habrían tenido una niña, Raimunda. Y ante el escándalo que esto suponía, existen dos teorías acerca de lo que los marqueses hicieron para deshacerse de la pobre Raimunda. Por un lado una que es partidaria de que la niña fue dada en adopción a una familia cercana. Y la otra, la más tétrica y más aceptada, en la cual la niña habría sido emparedada viva y después enterrada en el mismo palacio. De ahí la leyenda que cae sobre el palacio que cuenta que la pequeña sigue paseándose por los salones del palacio llamando a sus padres y cantando canciones infantiles.

Y os he escrito esta entrada porque hoy me han recordado esta historia que en los años 90 se hizo tan famosa ya que salieron a la luz las supuestas cacofonías que se escuchaban en el palacio por las noches. Unas voces de un hombre, una mujer y  de una niña, que  resultaron ser falsas.

Y sin nada más me despido de todos vosotros hasta la próxima, espero que os haya gustado esta apasionante historia.

Un saludo a tod@s!!!!!!!
Javier.

Una cosa os quería proponer. Me gustaría si os parece bien que utilicéis los comentarios para dejarme proposiciones de futuras entradas o temas para abordar en el blog, estoy más que abierto a sugerencias!!!!!!!!!!

Gracias otra vez.


lunes, 26 de enero de 2015

FAMILIAS Y VIVIENDAS SIGLOS XVI-XVIII



Hola a todos!!!!!!!!!!!!!

En la entrada de hoy vamos a utilizar la pintura y el arte para conocer un poco más las casas y el interior doméstico a lo largo de los siglos XVI-XVIII de la mano de grandes artistas como Alberto Durero que a través de sus grabados representa casas de pueblos o barrios de ciudades alemanas, austriacas e italianas. Escenas de gran valor por los detalles de estos dibujos, ya sean casas, bosquecillos, una liebre o dos peonías medio marchitas.

Alberto Durero

Nos hallamos ante una representación exacta de los materiales de construcción: ladrillos vistos o recubiertos de enlucido en las lindas casas de entramado leñoso del barrio de la capilla de San Juan de Nuremberg, con sus tejados de pronunciada pendiente (grabado de la  capilla de San Juan de Nuremberg); casonas aisladas unas de otras, de planta cuadrada, con sus inmensas techumbres de paja, apelotonadas en un vallecito la sombra de un bosquecillo de árboles centenarios, en el pueblo de Kalchreut (grabado de el pueblo de Kalchreut).

Vista de Innsbruk, Durero

Para continuar hablemos un poco de otro gran maestro Peeter Brueghel el Viejo que pinta con gran precisión casas de pueblos flamencos, construcciones de entramado leñoso y adobe y grandes techumbres de paja.

Pieter Brueghel el Viejo

Afortunadamente Brueghel nos deja penetrar en ciertas moradas. Nos dejó la Visita a la Granja a través de dos copias de dos de sus hijos. En ella tenemos el inventario descriptivo de un mobiliario campesino de la segunda mitad del siglo XVI, con el gran arquibanco con respaldo y brazos; la silla baja y el silloncito de niño; la cuna, en primer plano, en la que está durmiendo un perrito; la mesa redonda, cubierta por un mantel blanco, sobre las que hay unas escudillas con sopas de leche( los moradores tienen vacas, pues un hombre y una mujer están haciendo mantequilla en una mantequera).

La visita a la granja

Lo más sorprendente es el fogón central, en el mismo suelo, en el que se calienta un enorme caldero colgado de grandes llares. La madre que da el pecho al niñito se está calentando, con la mano extendida hacia la lumbre, al igual que el segundo de los tres niños, sentado en el silloncito con los pies y las piernas al aire. El padre recibe a tres visitantes burgueses.


En segundo plano, detrás de lo que parece ser una familia conyugal de un matrimonio con sus hijos pequeños, pueden contarse otra cinco personas que, según parece, forman parte de la gente de la casa: un hombre sentado en el arquibanco; otro, el único sentado a la mesa, que está bebiéndose la sopa; el hombre y la mujer atareados con la mantequera; y por último una joven en el hueco de la puerta, que entra o sale, no se sabe.

En las escenas de género de los pintores flamencos de los siglos XVI y XVII, cuadros que corresponden a la gran demanda de la época, el interés puramente documental se sitúa en segundo plano, ya que el principal interés es moralizador, en el que los objetos que aparecen dibujados lo hacen con un sentido concreto y por tanto no podemos usarlos como documentos auténticos tomados al natural pero sí como una buena guía para el conocimiento de los mismos.

Ahora cambiemos de país y trasladémonos a Francia con los hermanos Le Nain (Antoine, Louis y Mathieu) y sus pinturas de interiores campesinos, y su célebre Comida de Campesinos o la Familia de Campesinos del Museo del Louvre.

Familia de Campesinos

En la Familia de Campesinos, la reunión de esa delgada anciana de labios fruncidos y de esos hombres maduros con un hombre más joven y unos niños serios que están tocando el violín y el flautín, evoca, más que la representación de un grupo familiar bajo el mismo techo, el tema de las edades de la vida que juega también un papel importantísimo dentro del ámbito familiar.

Familia de Campesinos


El desarrollo de la comida apenas está sugerido a diferencia del de Brueghel, ya que prefieren darle un papel simbólico y atemporal, se representa únicamente con un mantel blanco, un jarra de vino y una hogaza de pan y el cuchillo que empieza a cortarlo. La habitación parece amplía, demasiado para las ahumadas chozas de los campesinos pobres, el mobiliario también escaso, más acorde con la pobreza campesina: uno o dos bancos, algunas sillas y banquetas; y en un rincón puede verse un tornalecho de columnas con su gotera en tela de terciopelo.

Ahora centrémonos en flamencos y holandeses y sus interiores, ya que ofrecen representaciones más precisas del mobiliario y de la arquitectura de las casas.

Pieter de Hooch nos hace entrar en las salas de las familias de la ciudad, o en aposentos en hilera cuando se trata de las familias más acomodadas. La luz del norte que penetra por ventanas altas, se refleja en el damero de suelos refulgentes de limpieza y realza la pátina de los muebles. La alcoba cerrada se halla en el rincón sombrío, la holgura, el orden tranquilo, cierto sentido del bienestar y de las comodidades son evidentes.

      
               Pieter Hooch                                Pieter Hooch-La Despensa

             


         
Otros pintores se inclinan hacia el genero popular pintoresco, sus interiores son sucios, desordenados, el mobiliario se limita a algún tonel partido por la mitad que sirve de mesa, y a troncos que hacen de asiento. Destacar dentro de este género a David Teniers.

                     
                     David Teniers                                          David Teniers-La Cocina

Y ahora hablemos un poco de los modos de habitar de esas casas e interiores domésticos que hemos visto a través de esta imágenes. Y nos vamos a centrar en los vínculos de parentesco de las diferentes personas que habitan una casa sin tener en cuenta el número de las mismas. Y con ello quiero decir que se trata de familias nucleares, las que habitan una sola casa(matrimonio e hijos) o en varios grupos de apariencia patriarcal(varias familias) más característico de los más pobres.

Casas de campesinos-Cornelis Van Dalem

Sin embargo, saber como se reparten el espacio interior de las casas los distintos miembros de un mismo grupo familiar, para dormir, comer y trabajar no basta para comprender el funcionamiento de sistemas familiares que pueden variar de una región a otra.

La casa campesina no es únicamente un edificio en donde reside un grupo familiar, cobija también los animales que pertenecen a ese mismo grupo familiar, las reservas alimentarias, las cosechas entrojadas y los utensilios de trabajo. Es a la par una unidad de residencia y una unidad económica, de producción y denominada de diferentes maneras según la zona o país. Domus, Ousta-Ostal, Hof, etc.

Sagrada Familia del Pajarito, Murillo

Entidades que engloban a la vez, los edificios y las tierras de cultivo, pero, también, el patronímico que se relaciona con ellos y, algunas veces, como en Alsacia, el blasón de la familia ocupante. En definitiva es el conjunto de bienes privados de un grupo familiar frente a los comunes del conjunto de los habitantes del pueblo, como son las vías de paso, pastos comunales, eras comunes, etc.

Ejemplo de Blasón familiar en vivienda

Ahora hablemos un poco de las casas de los pobres, o mejor dicho de los campesinos de los siglos XVI al XVIII. Aunque parezca mentira no son siempre chamizos ahumados, malas construcciones de entramado leñoso con los muros de barro seco mezclado con paja o brezo y cubiertas con una techumbre de paja de centeno, de cañas o de otros vegetales que crecen en el terruño, hay un poco de todo.

Escena de interior, David Teniers

Son por lo general construcciones reducidas, precarias, que en pocas horas quedan destruidas por el fuego, y que disponen de una sola habitación para albergar a las personas, mal iluminada por pequeños vanos. Como diría el párroco del pueblo de Sennely, en Sologne, en los últimos años del reinado de Luis XIV:
"A quienes no agradan los techos los techos elevados(...) Les agrada tocar con la cabeza en las vigas de sus cámaras. Debieran abrir sus casas con grandes ventanas para darles aire, en vez de que sean oscuras y más propias para servir de calabozos a criminales que de moradas a personas libres"


En casas con una sola pieza habitable sólo podía albergarse un grupo familiar reducido, limitado a una viuda o a una pareja con sus hijos más pequeños, y los mayores tenían que alquilarse en otro lugar, en casas más ricas, o emigrar lejos para buscarse el sustento, básicamente por que no se les podía alimentar, ya que una vivienda tan modesta corre pareja con la mediocridad de sus bienes y de sus recursos. Este tipo de viviendas se extendían por todos los pueblos de Francia, Alemania, España, Holanda, etc. durante los siglos XVI al XVIII.

Y por el momento ya no más, espero que os haya gustado esta nueva entrada en la que he pretendido hacer una pequeña introducción sobre como vivían nuestros antepasados, como eran sus viviendas y como se organizaban en diferentes estructuras familiares y como eran eran esas casas que habitaban.

Lo dicho muchas gracias a todos por seguirme y espero que os haya gustado.

Un saludo a tod@s!!!!!!!!!!!













viernes, 16 de enero de 2015

UN POCO DE COTIDIANEIDAD



Buenas a todos!!!!!!!!

En esta nueva entrada del blog voy a cambiar radicalmente de tema voy a pasar de la Ilustración tema algo complicado y farragoso a uno mucho más divertido y ameno como es la vida cotidiana en los siglos XVI-XVIII, pero me voy a centrar sobre todo en la vida cotidiana de la mujer y en algunos de sus aspectos concretos, porque creo que es interesante saber como vivían nuestras mujeres allá por esos siglos. Aunque también haré mención a aspectos generales como la vivienda, la familia, etc.

Así que sin más preámbulos pongámonos manos a la obra.


INTRODUCCIÓN

La  célula familiar que se convierte en el único ámbito en el que se deposita la afectividad y se salvaguarda la intimidad. La familia se identifica con un espacio propio y bien definido que es la vivienda doméstica. 

Familia Campesina Louis Le Nain

La vivienda consiste en una casa que alberga a la nueva pareja cuando ésta se casa, y luego a los hijos que nacen del matrimonio, incluso en aquellos lugares donde existe la cohabitación de varios matrimonios de una misma familia sigue siendo habitual que cada uno de ellos posea en la vivienda común un espacio reservado, apto para esconder su intimidad.
Vivienda de Vermeer

Lo que crea lo privado es sobre todo la elección de relaciones en las que se puede llevar una existencia que no es la de las tareas ordinarias. Tales relaciones, femeninas o cultas, amistosas o juveniles, secretas o manifiestas, tienen en común el hecho de que permiten una intimidad que en la vida familiar parece prohibida.


LO PÚBLICO Y LO PARTICULAR

En los siglos XVII y XVIII no existe realmente una clara diferencia entre lo público y lo privado, ya que la vida de la gente es totalmente pública(reyes, nobles, etc.) o totalmente privada(pueblo). Como diría Santa Teresa “nada es particular en la vida de los grandes”. 

Rincón de la ciudad, Jacobus Vrel

La familia amaestrada: es un ámbito de dominación, de división autoritaria de las tareas. La estricta disciplina del jefe de familia garantiza la cohesión indispensable para salvaguardar el patrimonio y el honor familiar.  El intervalo entre la casa y el colegio proporciona posibilidades que no se deben despreciar, como son las aventuras pueriles, aunque estas no sean honradas. 

Una especie de doble vida, por un lado la del buen niño piadoso y otra oculta que se desenvuelve en un mundo que les pertenece, el de las pillerías, los juegos, los esparcimientos y la buena comida(para los que pudieran permitírselo). En esta doble vida también sustraen tiempo para dedicarlo también a sus aficiones como pueden ser la lectura, los animales y como no la glotonería y los juegos de cartas, pero esto a su vez requiere dinero(libre disposición del mismo) y a partir de este momento es cuando se inicia realmente la vida privada. 

Y la forma de obtener este dinero es a través de pequeños hurtos o directamente de robos como puede ser cogiendo trigo de la familia y revenderlo, cogerlo de la fortuna familiar. Pero todo esto se hace siempre sin desprenderse de los lazos familiares y sin abandonar a esta. Estos pequeños hurtos y robos normalmente se hace con la complicidad de los sirvientes, en el caso de gentes más acomodadas, o dentro del lugar de trabajo con el apoyo y ayuda de los compañeros de trabajo, pero siempre con ayuda de alguien.

La vida privada en femenino: por regla general la mujer queda excluida de los cometidos públicos y de las responsabilidades exteriores(políticas, administrativas, territoriales, etc.). Su actividad es preferentemente doméstica; su marco, la casa, y su vocación, encarnar al unísono la imagen de esposa y madre que la Iglesia y la sociedad civil han arraigado. 

Por tanto le corresponde la dedicación constante a los que comparten olla y techo con ella, alimentarles, educarles, atenderles en la enfermedad y asistirles en la muerte. Éste es el oficio de las mujeres al cual se consagran gratuitamente. Se le incita a un servicio constante, pues en definitiva esa era su labor, que por cierto no era agradecida ni reconocida por el resto. 

Como esposa que es, lleva la dirección de la casa, mientras que el padre capitanea el taller, en donde se mezclan oficiales y clientes. En cuanto a las capitulaciones matrimoniales, proporcionan a la esposa la garantía de su dote, la libertad de disponer de sus bienes particulares, y además, la posibilidad de tener una estrategia personal, aunque, por lo general, adecuada a la política familiar. 

Patio de casa en Delft, Pieter de Hooch

La gestión cotidiana: en el interior de la vivienda se aprecia toda una circulación de dinero subterráneo destinado a víveres, ropas y favores que suelen realizarse sin que los maridos se enteren. Esta circulación de dinero refleja iniciativas particulares, pequeñas eso sí, pero iniciativas al fin y al cabo. 

De esto se desprende que las mujeres vivan en un mundo propio, abierto al exterior, tanto en una casa rica como en una humilde granja, una puerta abierta o cerrada es a la vez símbolo y realidad. Normalmente debido a la exigüidad del espacio ya que la mayoría de las mujeres eran humildes, y debido a la ausencia de comodidades obligaba a las mujeres a salir del hogar para ir a por agua, fuego, comida y luz.

Lavanderas, Goya

Sin contar con la visita a ciertos lugares de reunión colectiva, ya que no salían nunca solas sino en grupos de tres o cuatro vecinas como eran el horno, la fuente, el lavadero o el molino donde se quedaban hablando durante horas(hay cosas que no cambian). 

El armario ropero, Pieter de Hooch

Por lo que el umbral de la puerta, la calle y hasta la plaza eran terreno femenino. Quedando como espacios de la vivienda el jardín, el patio y la escalera.

Les Cascatelles de Tivoli, Jean-Honoré Fragonard

La libertad de la fiesta: es sabido que las muchachas están excluidas de las instituciones y algaradas de la juventud( sobre todo de las cencerradas), pero es costumbre dejarles cierta libertad para que propicien con ciertos coqueteos la oportunidad de casarse, eso sí con el mínimo riesgo y con la precaución de que no estén nunca solas. 

Las muchachas se pasean por las plazas los domingos con sus amigas, católicas y protestantes juntas; de igual modo en verano van a bailar bajo un olmo viejo. Es indiscutible que en las fiestas y en los ritos colectivos sobre todo participa la juventud, y las muchachas pueden beneficiarse de ello, como hemos dicho anteriormente a través del coqueteo

El entierro de la sardina, Goya

Pero el matrimonio supone un corte decisivo. Ahora será la religión la que facilite y propicie las salidas y encuentros con conocidos, bajo la vigilancia y aprobación de la familia y la comunidad. Mediante la asistencia a oficios, a misiones que predican los religiosos y a las peregrinaciones periódicas. Estas ocasiones regulan la vida con la ventaja de que legitiman escapadas no tan religiosas y que tanto ansían las mujeres.

Fiesta campestre, Antoine Watteau


Una búsqueda nuevala intimidadel convento ofrece a las muchachas, lo mismo que el colegio a los muchachos, la posibilidad de vivir y de ponerse a prueba fuera del ámbito familiar, forzosamente poco renovado. Las mujeres en general compartían un gusto común por la lectura y encontraban suficiente libertad en los intersticios de la vida doméstica para prestarse libros y encontrarse por la tarde para hablar de ellos.

Del cuchicheo a la propagación del rumor: además de amas de casa, obligadas a mantener los secretos de las familias, crean la opinión pública y los rumores. Su fama las precede, no saben más que hablar; y, por supuesto, de los asuntos privados, que conocen mejor que nadie gracias a las conversaciones en el umbral de la puerta o en el lavadero, y también gracias a una curiosidad que se declara sin rubor en los medios populares. 

Fulana se ha visto obligada a mirar a un viandante, a escuchar una conversación o a acechar a un vecino, indicios recogidos aquí y allá prestos a alimentar conversaciones. Rumores y chismorreos a la orden del día en una sociedad donde el anonimato apenas existía.

A través del cuchicheo y del rumor desempeñan un papel muy importante en el ejercicio del control social, y con frecuencia en detrimento suyo, ya que son el blanco preferido de ese control; actuando así ejercen su prerrogativa de guardianas del hogar y de la moral familiar.  Ya que pueden alborotar a la sociedad revelándole el escándalo privado y, además, romper la ley del silencio, obligada si el asunto surge en el ámbito doméstico; basta entonces con que hagan una declaración para introducir a la justicia en el cambiante mundo que ellas rigen.

Y con esto pongo fin a esta nueva entrada del blog que espero que os haya gustado y os haya proporcionado alguna luz sobre como eran nuestras mujeres y sus principales tareas en los siglos XVI-XVIII.

Un abrazo a tod@s!!!!