viernes, 9 de enero de 2015

HABLEMOS DE ILUSTRACIÓN III


Buenas a todos!!!!!!!!!!!!

Después de este descanso navideño que tantas comilonas, regalos y encuentros familiares nos ha traído me gustaría retomar el blog, porque estas cosas no se escriben solas, al menos de momento. Y en esta tercera entrada sobre la Ilustración me gustaría hablaros ni más ni menos que de la Enciclopedia esa obra tan descomunal y gigantesca, tan conocida por todos, al menos en el título de la misma, pero tan desconocida en cuanto a contenido y materias se refiere. 

Portada de la Enciclopedia

Así que intentaré en esta entrada como en las anteriores, dejar lo más claro posible qué es la Enciclopedia, quiénes participaron en ella así como sus consecuencias. Y sin más preámbulos comencemos con la explicación.

El editor francés André Le Breton estaba detrás de traducir la enciclopedia de Ephraim Chambers (1680-1740) que bajo el título Cyclopedia, or a Universal Dictionary of Arts and Sciences se había empezado a publicar en 1728 como compendio de definiciones relativas a todo tipo de conocimiento.

La idea de la traducción de la Cyclopedia de Chambers pronto quedó relegada al contratar Le Breton a Denis Diderot y a Jean Le Rond D'alembert.

En cuanto a D'Alembert (1717-1783) su currículum presentaba un apabullante cúmulo de méritos a la edad de veintitrés años, lo que le franqueó las puertas de la Académie des Sciencies, y a los treinta y cuatro las de la Académie Française.

Jean Le Rond DÁlembert

En cuanto a Denis Diderot (1713-1784) tenía a su favor, por un lado, experiencia en la adaptación francesa del Diccionario de Medicina publicado entre 1743 y 1745 por el doctor Robert James en Londres, y por otro, exhibía el honor de haber escrito un libro "Pensamientos Filosóficos" en 1746 condenado a la hoguera por el Parlamento de París, en el cual defendía una provocativa teoría de las pasiones y hacía del escepticismo su base filosófica.

Denis Diderot

En definitiva si D'Alembert podía aportar el prestigio del conocimiento científico, el ardor filosófico de Diderot convirtió el proyecto inicial de Le Breton en la más fabulosa empresa editorial del siglo XVIII europeo. La Enciclopedia se convirtió así en la empresa más ambiciosa de la intelectualidad europea en la Edad Moderna.


El título completo de la obra elegido fue algo distinto al de la Cyclopedia de Chambers. El título combinaba la vocación de amplitud de la obra con la de su precisión: era a la vez una Enciclopedia y un Diccionario juntos, razonados y con voluntad de abarcar todas las artes, ciencias y oficios, y por ello se eligió este título: Encyclopédie, ou Dictionnaire Raisonné des Sciencies, Arts et des Métiers. "Razonado" según explica D'Alembert, porque el método utilizado para su elaboración prescindía de la revelación y se confiaba únicamente al empirismo y a la capacidad de la razón, la memoria y la imaginación para ordenar el saber humano. Era un intento de superación del escolasticismo y de la confirmación de la filosofía empírica y racionalista de Locke y Newton. 

Plancha utilizada en la elaboración de la Enciclopedia

Fue también un compendio de crítica contra los valores establecidos en la Europa del Antiguo Régimen ( Ancienne Régime). A veces mordaz y despiadada, pero siempre inteligentemente dispuesta en la magna geografía de sus veintiocho volúmenes y casi sesenta y dos mil artículos.

La Enciclopedia ofreció a Diderot y otros ilustrados de la época el laberinto propicio en el que esconder su pensamiento crítico, lo que hicieron sobre todo con respecto a la Iglesia y la Religión, más que sobre el poder real y el gobierno, en los lugares más insospechados y en las voces más inesperadas. Por ello su andadura no fue nunca pacífica; situándose durante los años que tardó en completarse en la cuerda floja de su posible desaparición, como ejemplo la prisión que sufrió Diderot por su artículo Carta sobre los ciegos de 1749.

Carta sobre los ciegos

Esta persecución llevó a emplearse a fondo al Bibliotecario Real, Malesherbes para procurar protegerla desde su puesto. De hecho, a Malesherbes debió en gran parte la Enciclopedia su supervivencia durante los años cincuenta, aunque no pudo salvarla de la censura eclesiástica y real.

Malesherbes

De hecho en marzo de 1759 la Enciclopedia era incluida en el índice de libros prohibidos, a la vez que se prohibía su difusión por toda Francia. Todo ello auspiciado también por el intento de asesinato del rey Luis XV en febrero de 1757 y por la obra aparecida en 1758 claramente sensualista y materialista titulada De L'esprit de Claude-Adrien Helvétius. Se terminarían de publicar los diez últimos volúmenes de texto en 1765 bajo pie de imprenta falso, y no se completaría hasta 1772 con los once volúmenes dedicados a las láminas.

    
            Luis XV de Francia                    Claude-Adrien Helvétius

El espíritu de la Enciclopedia, según se explicaba en su prospecto y en su discurso preliminar , era precisamente el de satisfacer la necesidad del hombre moderno de conocer todo sobre todo, de compendiar, como rezaba su título, el saber de todo tipo de materias. La Enciclopedia será el buque insignia de la Ilustración europea, ya que se convirtió en referencia esencial para la reinterpretación del lugar del hombre en el mundo. 

Hablemos ahora un poco del método de la Enciclopedia. Los artículos de la obra, los más relevantes y sensibles al menos, no se concibieron como conclusivos en sí mismos, sino más bien como recapitulaciones y provocaciones para un debate ulterior.  De su lectura, rápida pues sus textos no eran muy prolijos, podía cualquier lector quedar informado sumariamente sobre cuales eran los puntos esenciales del debate sobre el tema del artículo a mediados del siglo. Pero siempre acogió artículos escritos desde muy distintos puntos de vista, para contentar en cierta manera a sus más afectos críticos, sobre todo, la Iglesia de Roma.

Entre el momento de su aparición y el inicio de la Revolución Francesa, esta obra fue un auténtico acontecimiento editorial. En esos treinta y ocho años se habían vendido unos veinticuatro mil ejemplares, la mayoría en edición en cuarto. Esto teniendo en cuenta el enorme índice de analfabetismo en Europa, nos muestra a la Enciclopedia como libro de cabecera de los llamados "hombres de letras".

Mencionemos ahora a algunos de los colaboradores de esta magna obra editorial. Así uno de los más entusiastas colaboradores fue el barón D'Holbach (1723-1789), redactando numerosas artículos relativos a la química, metalurgia y otras ciencias. Fue un auténtico mecenas y participante de la Ilustración y de la Enciclopedia, lo que llevó a Dideort a darle gracias publicámente.

Barón D'Holbach

Otro de los participantes es Voltaire cuya aportación se titula: "Estados, gobierno. ¿Cual es el mejor?", donde concluía que era aquel en el que no hubiera que obedecer nada más que a las leyes, y donde dejaba una pregunta final "¿Donde se encuentra?, dejándola sin respuesta, aunque en una nota al pie el propio Voltaire sugiere la lectura del artículo "Ginebra" de la Enciclopedia.

Este texto "Ginebra" es de D'Alembert en el que describe, por un lado, la lucha de la ciudad por mantenerse libre del dominio de los Saboya, y por otro, la confirmación de una constitución republicana.

Otro participante de la Enciclopedia digno de mención es Jaucourt con su artículo "Estado de naturaleza", donde insistía en la necesaria historicidad del estado de naturaleza, y, consecuentemente, en la fundación artificial de las sociedades y sus gobiernos.

Louise de Jaucort

Y para terminar me gustaría hablar un poco más en profundidad de otro de los grandes colaboradores de la Enciclopedia y uno de los grandes pensadores de la historia. Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). Voces como adagio, concierto o armonía de la Enciclopedia provienen de la mano de este ginebrino. Escribió también para la gran obra otro texto de una notable relevancia e influencia en el pensamiento del siglo XVIII: el artículo "Economía política". Este texto de Rousseau se situaba entre la redacción de su Discurso sobre las ciencias y las artes de 1750 y el Contrato social de 1762.

Rosseau

Para concluir esta entrada voy ha hacer una pequeña conclusión. Aunque sus artículos no van firmados, se sabe de la autoría de muchos de ellos, lo que permite comprenderla también como un proyecto colectivo en el que Diderot y D'Alembert, además de encargarse personalmente de la redacción de numerosa voces, repartieron lotes de voces a especialistas en determinadas materias. 

Un saludo a tod@s y hasta la próxima, esperando que los reyes se hayan portado muy bien y hayáis tenido una buena entrada de año.
Javier.










3 comentarios:

  1. Me ha parecido muy interesante Javier. He refrescado mis conocimientos oxidados......jajaja.
    Por cierto, ¿qué es eso de " la mayoría en edición en cuarto" ?

    ResponderEliminar
  2. Quiere decir que se editaba en cuartillo, que equivale a la mitad de un folio o a la cuarta parte de un pliego, la cuartilla es algo mayor a los folios de la actualidad, y cuando un libro se editaba en este formato se decía que estaba editado en cuarto.

    Espero haberme expilcado bien!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar